Microsoft presentó hoy en Estados Unidos una nueva versión de su sistema operativo para PC, conocido como Windows 10 S. Es una versión orientada al mercado estudiantil y que busca competir con las Chromebooks de Google, que, según las últimas estimaciones de IDC, tienen la mitad del mercado estudiantil estadounidense de computadoras.
Las Chromebooks son equipos que corren Chrome OS, un Linux que usa el navegador Chrome para la mayoría de las tareas, y que sumó la posibilidad de correr las aplicaciones de Android el año último. Aunque suelen usar un hardware relativamente modesto, su mayor atractivo -para una escuela o universidad- está en que requieren mínimo soporte técnico: Google se encarga de las actualizaciones, y la información de los usuarios está en los servidores de esa compañía; es decir, cualquier estudiante puede usar cualquier equipo y acceder a su perfil personal. Como además las únicas aplicaciones disponibles son las de Android (para todo lo demás se usa el navegador Chrome) la posibilidad de que el equipo se infecte o que se instale un software problemático es mínima.
Como las Chromebooks, los nuevos equipos con Windows 10 S estarán disponibles para cualquiera. Es decir, se podrán adquirir fuera de un colegio, para uso personal, más allá de que el ámbito estudiantil sea el foco inicial.
¿Cuál es su mayor distintivo respecto de una PC con un Windows 10 convencional? Que esta versión de Windows solo admite aplicaciones aprobadas por Microsoft en su tienda (Windows Store); no es posible descargar un .EXE de cualquier sitio e instalarlo en la PC; la compañía dice que esto facilita su administración y reduce la posibilidad de instalar software espía. Es decir, adopta la misma mecánica que iOS: las únicas aplicaciones autorizadas son las permitidas por Microsoft en su tienda (Android es un poco más permisivo porque permite la instalación manual de contenido por fuera de Google Play).
Para competir con Chrome OS, la compañía modificó Windows para reducir el tiempo en que tarda en crear un nuevo perfil (para equipos compartidos) y la posibilidad de usar un pendrive USB para aplicar perfiles en forma masiva.
Windows 10 S estará disponible en Estados Unidos a mediados de año, pero no está claro cuándo llegará al resto de planeta.
La primera en presentar un equipo fue la propia Microsoft, con la Surface Laptop, que es un modelo mucho más caro (y que seguramente tendrá una edición con un Windows 10 convencional) y orientado a estudiantes universitarios: en este caso se trata de una computadora portátil que corre Windows 10 S e incluye una pantalla de 13,5 pulgadas (la más delgada en una laptop, según la compañía), con procesadores Core i5 o i7, 8 GB de RAM, 256 GB de disco, una batería con una autonomía de 14,5 horas, y una carcasa de aluminio; el equipo, como el teclado la Surface Book, está cubierto por un material llamado alcántara, que es suave al tacto, similar al terciopelo, y que le permite ofrecer la Surface Laptop en cuatro colores.
La preventa de este equipo se inicia hoy, con una configuración base con 4 GB de RAM, 128 GB de almacenamiento y un chip Core i5 por 999 dólares; estará disponible a partir del 15 de junio próximo.
Para Microsoft, la importancia de este equipo va más allá del mercado estudiantil: su línea Surface, que venía creciendo en forma significativa desde el primer modelo, en 2012 (y llegó a facturar 1100 millones de dólares), reportó una caída del 26 por ciento en la facturación en el último trimestre, en parte por la competencia de equipos similares de otros fabricantes (Lenovo, Dell, etcétera) y en parte porque la última tableta Surface es de 2015; la portátil más reciente, la Surface Book, tuvo varios problemas en su llegada al mercado y una difusión limitada.