El presidente Donald Trump desistió este martes de su retórica agresiva hacia Corea del Norte al indicar que está dispuesto a negociar. Además, exhortó a Pyongyang a llegar a un acuerdo.
Tiene sentido que Corea del Norte se siente a la mesa y llegue a un acuerdo que sea bueno para la gente de Corea del Norte y para el mundo, señaló Trump durante una rueda de prensa junto al presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
En su primera jornada en la península coreana, el magnate presionó a Pyongyang para que abandone su plan armamentista nuclear, pero en tono optimista insinuó confiado, aunque vagamente, que al final, todo se resolverá.
Y si bien dijo que Estados Unidos podría utilizar la fuerza militar si fuera necesario, se mostró más partidario que nunca de gestionar las crecientes tensiones mediante la diplomacia.
Durante su primer día en Corea del Sur, el magnate bajó el tono tras comentarios más agresivos sobre Corea del Norte.
Sí afirmó que el gobernante norcoreano amenaza millones y millones de vidas, de forma muy innecesaria, e hizo hincapié en uno de los objetivos principales de su largo viaje por Asia: reclutar a muchos países en la región, como China y Rusia, para cortar los salvavidas económicos de Corea del Norte como forma de presión para que renuncie a su programa nuclear.