Los ocho prototipos de la barda fronteriza, ordenados por el presidente Donald Trump, están recibiendo los toques finales para ser evaluados por la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
Los prototipos forman una estrecha fila de imponentes paneles de concreto y metal, incluyendo uno que cuenta con filosos bordes metálicos en la cima.
Otro de ellos tiene una superficie similar a una costosa calzada de ladrillos.
Las estructuras están elevadas en un área de la Mesa de Otay bajo la severa vigilancia de equipos de seguridad, así como por un intenso movimiento de trabajadores de construcción y supervisores.
Las seis empresas seleccionadas para la construcción del muro tienen sede en Estados Unidos.
Entre ellas figuran, por ejemplo, KWR Construction, Inc., con sede en Sierra Vista (Arizona); ELTA North America Inc., de Annapolis Junction (Maryland), y Sterling Construction, procedente de la ciudad de Houston (Texas).
Las compañías iniciaron la construcción de los ocho prototipos desde septiembre pasado en la frontera de San Diego, con una fecha límite para su finalización el próximo 26, cuando serán entregados al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés).
Sin embargo, hasta el momento el Congreso de Estados Unidos no ha aprobado el dinero para ninguna construcción adicional del muro fronterizo.