La policía antimotines dispersó este lunes varias protestas contra la corrupción y detuvo a cientos de manifestantes en Moscú y otras ciudades rusas, poco después del arresto del líder opositor Alexei Navalny.
Las protestas convocadas por Navalny, un fuerte crítico del presidente Vladimir Putin, congregaron a miles de personas y fueron de las mayores registradas en el país desde 2012.
Los manifestantes, entre los que había muchos jóvenes que atiborraron el centro de Moscú durante un feriado local, gritaron consignas como “Rusia sin Putin” y “Rusia será libre”.
Navalny, que busca derrotar a Putin en las elecciones del próximo año, ha llamado a realizar grandes protestas en Moscú y otras ciudades contra la corrupción oficial.
“La gente no tiene miedo”, escribió en las redes sociales Lyubov Sobol, un aliado de Navalny.
La esposa de Navalny, Yulia, dijo que su marido fue detenido cuando intentaba salir de su casa. Testigos de Reuters vieron a un vehículo policial saliendo a gran velocidad del edificio donde vive el líder opositor, seguido pocos minutos después por un minibús con unos 10 policías.
“Quiero cambios. Quiero vivir en un Estado democrático moderno y quiero que nuestros impuestos sean convertidos en carreteras, escuelas y hospitales, no en yates, palacios y viñas”, escribió Navalny en un blog la semana pasada.