El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, condenó el asesinato del padre Luis López Villa, ocurrido el miércoles al interior de la parroquia de San Isidro Labrador, en el municipio de Los Reyes la Paz, y advirtió que dicho homicidio no quedará impune.
Por su parte, Germán García Beltrán, vice fiscal general de Justicia del Estado de México, subrayó que el sacerdote católico tenía un inquilino, quien es el probable homicida, pues al ser interrogado por un Ministerio Público, cayó en contradicciones y le fue hallada una llave que le daba acceso a la parroquia de San Isidro Labrador, cuando en un inicio, el individuo señaló lo contrario.
Refirió que, anteriormente, el hoy occiso había comentado a su gente cercana que le estaban robando las limosnas, incluso, puso un dispositivo de seguridad y vigilancia en su parroquia.
Agregó que el sujeto detenido, llegó a vivir a la casa del sacerdote Luis López Villa desde hace un año y le hacía mandados al cura, por lo que el religioso le remuneraba con algo de dinero para mantener a su esposa e hijo de un año de nacido.
Se recordará que el párroco fue hallado muerto sobre el piso, maniatado de sus extremidades y degollado probablemente por su inquilino
