La Policía Nacional Bolivariana de Venezuela (PNB) impidió hoy nuevamente el paso de la marcha opositora hacia la sede de la Defensoría del Pueblo, en el centro de Caracas, por lo que comenzaron enfrentamientos con los manifestantes y el uso de gases lacrimógenos por parte de los agentes.
La manifestación, la tercera en esta semana y que fue congregando a miles de manifestantes en la avenida Francisco de Miranda, en el este de Caracas, intentó dirigirse hacia la sede de la Defensoría -que preside el Poder Ciudadano- para protestar por el rechazo de esta instancia a actuar contra los magistrados del Supremo, condición indispensable para que el Parlamento pueda proceder contra ellos.
Las manifestaciones de las últimas horas han dejado a decenas de heridos, opositores detenidos y un estudiante universitario muerto por un disparo.
El diputado opositor Juan José Mejías señaló que, a pesar de los gases lacrimógenos, se mantendrán en la calle expresándose “pacíficamente”. Seguiremos intentándolo cuantas veces sea necesario hasta que venzamos el piquete (de la policía) y lleguemos a nuestra meta”, afirmó
La oposición ha decidido no abandonar las movilizaciones para apoyar la destitución de los jueces que intenta el Parlamento, donde son mayoría, e insistir en el llamado a elecciones que viene dilatando el poder electoral, en medio de una prolongada crisis económica.
Las manifestaciones encabezadas por líderes de oposición surgieron una vez que el Tribunal Supremo de Justicia asumió funciones parlamentarias, provocando incluso una condena internacional que presionó a los magistrados a modificar sus sentencias parcialmente a petición de Maduro.
Tras las movilizaciones de la semana, el líder opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles fue inhabilitado el viernes por 15 años para postularse a cargos de elección popular, una sanción que avivó aún más el llamado a la calle.
Vamos mañana, bravo y valiente pueblo, en toda nuestra Venezuela contra el AUTOGOLPE! #ElSabadoPaLaCalle #EleccionesYA”, escribió Capriles en su cuenta de Twitter, al tiempo que sus adversarios alertaban que la intención de las protestas es generar violencia y ‘un baño de sangre’.