La barrera de hielo Larsen está a punto de quebrarse. Al menos eso es lo que especulan científicos británicos que sobrevuelan la zona casi a diario y monitorean con imágenes satelitales cómo la gigantesca grieta podría poner a flotar una plataforma de hielo de proporciones monstruosas.
Los investigadores del Proyecto MIDAS en conjunto con la Universidad de Swansea y la Universidad de Aberystwyth de Gales, son quienes advirtieron que el punto de quiebre está más próximo de lo que especulaban al inicio del año.
La grieta creció más de 17 kilómetros entre el 25 y el 31 de mayo. Sólo restan 13 kilómetros para que finalmente se quiebre y una masa de hielo del tamaño aproximado del estado de Delaware, de la Isla de Córcega o de Shanghái quede flotando en el Océano Atlántico. Es su salto más importante desde enero, señaló el artículo del grupo investigador.
En un escrito en el cual informan sobre el desarrollo de la grieta, los científicos advierten que “es muy poco lo que puede hacerse para prevenir que se quiebre por completo”. El tiempo está muy próximo, pronosticaron. En un gráfico realizado por los participantes del Proyecto MIDAS, puede verse la proyección hecha a través de los años, desde noviembre de 2010 hasta el 31 de mayo de 2017, semanas en que el proceso de quiebre se aceleró.
Cuando suceda, la Barrera de Hielo de Larsen perderá más del 10 por ciento de su área. Este evento cambiará radicalmente el paisaje de la Antártida, agregaron al informe. Un enorme bloque de hielo flotando por el océano podría ser uno de los más elocuentes ejemplos del cambio climático. Los científicos creen que este iceberg no provocará un aumento en el nivel del mar, ya que en la actualidad ya está flotando. Pero de continuar este fenómeno, sí podría suceder.