Tras el lanzamiento de la segunda generación de Apple Watch en otoño de 2016, la compañía de Cupertino sigue trabajando en nuevas funciones para añadir a sus próximos relojes inteligentes. La última es la medición de los niveles de glucosa en sangre del usuario, según ha publicado el portal BGR.
Entre sus principales objetivos estaría el de idear un método para medir la glucosa sin necesidad de dispositivos externos.
Para desarrollar las funciones relacionadas con la salud en la tercera generación de sus relojes, Apple contrató el año pasado a un total de 200 investigadores procedentes de distintas universidades, según el citado medio. Entre sus principales objetivos estaría el de idear un método para medir la glucosa sin necesidad de dispositivos externos.
La monitorización de los niveles de azúcar a través del ‘smartwatch’ es una herramienta que resultaría especialmente útil para los pacientes con diabetes, una enfermedad en crecimiento en Estados Unidos, donde afecta a casi 10% de la población según la Asociación Americana contra la Diabetes.
Además de esta función, Apple también estaría trabajando en desarrollar nuevas bandas compatibles con los futuros Apple Watch Series 3. Estos accesorios serían intercambiables y añadirían nuevas funciones a los relojes de la marca entre las que se especula que podrían encontrarse una cámara o una batería adicional.