Con un trofeo de segundo lugar en sus manos, Jonathan Sánchez regresó a México luego de que fuera elegido por la NASA para ir a Estados Unidos a exponer un proyecto que ayudará a estimar probabilidades de vida en Júpiter.
Con una sonrisa en el rostro y una sudadera con el logotipo de la NASA, el joven de 19 años arribó con el orgullo de saber que su propuesta fue seleccionada, de entre iniciativas presentadas por jóvenes de todo el mundo, como una de las mejores.
“Lo logré. Valió la pena, se lo traje a mi México”, dijo el joven, al que el Gobierno y las autoridades estudiantiles de su país le voltearon la espalda cuando pidió apoyos para pagar los gastos que implicaría el viaje.
Como premio, la NASA le dio una computadora portátil y un diploma que, asegura, al llegar a su casa, en Tultepec, y a su escuela, la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo, lo presumirá.
Les diré que sí se puede, que tenemos que luchar por lo que queramos, aunque a veces sea muy difíci, señala.
El proyecto con el que participó en el programa Air and Space International Program 2017, cuyo objetivo es proponer mejoras para un satélite que pueda rondar Júpiter, consiste en generar energía en la colonia por medio de electrólisis, optimizar el funcionamiento de robots y una ruta propuesta para ahorrar combustible.
En Estados Unidos, le enseñaron a construir robots, flotaje de aeronaves y ahí conoció a los astronautas Flanklin Chang Díaz y a Clayton Anderson.