Las acusaciones contra Kevin Spacey y Dustin Hoffman agravaron esta semana la tormenta de escándalos de abuso y acoso sexual en Hollywood, unos incidentes que, aunque a menudo silenciados, han sido sin embargo frecuentes en la historia del cine.
Desde que decenas de mujeres denunciaran a principios de octubre a Harvey Weinstein, Hollywood se despierta cada día con nuevas revelaciones que sugieren que el del poderoso productor no era un caso aislado, sino un ejemplo de un patrón de comportamiento extendido en la industria audiovisual.
Ganador de dos Oscar y considerado como uno de los mejores intérpretes de su generación, Spacey ha visto como su carrera y reputación quedaban aparentemente heridas de muerte tras las graves revelaciones de agresión sexual conocidas en su contra.
Después de que el actor Anthony Rapp denunciara a Spacey por un incidente que ocurrió en 1986 cuando la víctima tenía 14 años, se han unido ocho trabajadores o exempleados de House of Cards, el intérprete mexicano Roberto Cavazos y el director Tony Montana para dar a conocer el enorme historial de episodios de abuso o acoso sexual del protagonista de The Usual Suspects (1995).
Spacey pidió perdón a Rapp y aseguró posteriormente que buscará “evaluación y tratamiento”, pero la industria ya ha movido ficha: Netflix rompió lazos con el actor, el proyecto de una película sobre el escritor Gore Vidal cayó en el olvido, y House of Cards, tras suspender temporalmente el rodaje de su sexta temporada, baraja “matar” al personaje de Spacey en la serie para salir adelante.
Otro doble ganador del Oscar y elogiado actor, Dustin Hoffman, también ha sido señalado por dos presuntos casos de abuso y acoso sexual.
La escritora Anna Graham Hunter aseguró que Hoffman la manoseó cuando era una becaria de 17 años en 1985, mientras que la guionista y autora de teatro Wendy Riss Gatsiounis detalló varios incidentes de acoso sexual ocurridos a comienzos de su carrera y en los que Hoffman era el agresor.