La Argentina de Lionel Messi puede el martes caer al precipicio desde los dos mil 850 metros de altura de Quito, un drama deportivo que arriesga dejar fuera de Rusia 2018 a uno de los mejores futbolistas de la historia.
Para evitar quedarse sin un Mundial por primera vez desde 1970, Argentina deberá absorber la fuerte presión y espantar en su última chance la carencia alarmante de gol.
“Faltó el gol”, sintetizó el entrenador Jorge Sampaoli, sin autocrítica y casi satisfecho por la actuación argentina ante Perú la noche del jueves en la mítica Bombonera, en un partido que cerró con empate 0-0.
A una fecha del final de la eliminatoria, la albiceleste quedó sexta, fuera de la clasificación y de la zona de repesca, lugar que ahora ocupa Perú, con igual cantidad de puntos que Argentina pero mejor diferencia de gol.
Increíblemente por los nombres rutilantes que conforman su delantera, la gran sequía argentina destaca. En esta clasificatoria marcó un promedio de menos de un gol por partido, al anotar 16 veces en 17 encuentros y recibir 15 en su arco.
Argentina sabe que si gana clasifica al menos a la repesca. Si pierde, no todo estará perdido, al menos en los números ya que una serie de resultados favorables le dejarían aún una chance de disputar el repechaje por un lugar en el Mundial de Rusia, que podría quedarse sin el hombre considerado el mejor jugador de la actualidad.