El telescopio espacial James Webb (JWST, por sus siglas en inglés), el cual se tiene previsto que sea lanzado entre marzo y junio de 2019, se dedicará a estudiar desde las primeras galaxias, hasta el origen de la vida.
JWST es un proyecto conjunto de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA), Agencia Espacial Europea (ESA) y Agencia Espacial Canadiense (CSA), cuya misión, además del estudio de las primeras galaxias y su evolución, es la encomienda de buscar cuál es el nacimiento de las estrellas y sus sistemas protoplanetarios.
También analizará la aparición de sistemas planetarios y el origen de la vida, destacó la Agencia Espacial Europea.
El observatorio orbital James Webb brindará datos complementarios de la misión Hubble, que trabaja en luz visible, y el JWST operará en el infrarrojo cercano y mediano.
El infrarrojo nos permite ver más lejos. La luz que viene de las primeras galaxias es muy lejana y, como el universo está en expansión, la luz de esas galaxias está en el infrarrojo, precisó la integrante del proyecto de la ESA, Catarina Alves.
El observatorio estará dotado con cuatro instrumentos, tres de infrarrojo cercano y uno mediano. La observación en esta longitud de onda permitirá comprender la evolución de las estructuras primordiales del Universo hasta llegar a los planetas capaces de albergar vida.
Por su parte, el investigador del grupo de Astrofísica Molecular en el Instituto de Ciencia dse Materiales de Madrid(ICMM-CSIC), Javier R. Goicoechea, destacó que el factor de presión del telescopio es muy alto, al cual describió pudiera ser el más alto de la historia.
Agregó que los instrumentos de infrarrojo de James Webb, y el tamaño de sus espejos, permitirán observar en el interior de los discos protoplanetarios, esto para estudiar el origen de los planetas.
El telescopio además podrá caracterizar la composición mineralógica y química de las atmósferas de los exoplanetas. En el área de la cosmología, los científicos esperan se pueda detectar la luz de las primeras estrellas, formadas hace unos 400 millones de años después del Big Bang.