Con un diámetro de 500 metros, Bennu -bautizado con el nombre de un ave mitológica egipcia asociada con la muerte- pasará entre nuestro planeta y la Luna alrededor de 2135, lo que podría alterar su órbita, haciendo que impactara con la Tierra a fines del siglo XXII.
La NASA lanzó en septiembre de 2016 una misión bajo el nombre OSIRIS-REx para alcanzar un asteroide llamado Bennu que podría chocar contra La Tierra dentro de 120 años y que puede responder a la pregunta sobre el origen del mundo al tratarse de una especie de cápsula del tiempo de los comienzos del Sistema Solar.
“Bennu puede contener los precursores moleculares para el origen de la vida y de los océanos de La Tierra. Además, es uno de los asteroides potencialmente más peligrosos ya que es relativamente alta la probabilidad de que impacte con La Tierra en el siglo 22.
La misión OSIRIS-REx determinará las propiedades físicas y químicas de Bennu, fundamentales en caso de una misión para mitigar su impacto, explican en una página web dedicada a la misión.
La nave llegará al asteroide en agosto de 2018 y recopilará muestras del material rocoso y de la superficie, un trabajo que se prolongará durante un año.
Para llegar, el cohete orbitará a lo largo de 365 días alrededor del Sol y aprovechará el campo gravitacional de La Tierra para impulsarse hacia Bennu.
Se prevé que regrese a La Tierra en septiembre de 2023, siete años después de su lanzamiento.