TECNOLOGÍA

EXISTIRÍAN 10 MIL MILLONES DE PLANETAS COMO LA TIERRA EN LA VÍA LÁCTEA

Un equipo de astrofísicos de la Universidad estadounidense Penn State concluyó que una de cada cuatro estrellas similares al Sol alberga un planeta similar a la Tierra en la Vía Láctea, por lo que habría hasta 10 mil millones de mundos como el nuestro dentro de nuestra galaxia.

Los investigadores afirman que, además de poseer un tamaño parecido a la Tierra, los planetas estarían en condiciones de albergar agua líquida y una atmósfera, por lo que también podrían albergar vida desde hace mucho tiempo, informó este día el diario La República.

Para llegar a esta reveladora conclusión fue utilizado el telescopio Kepler de la Administración de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos, y los resultados les permitieron deducir que dichos planetas se ubican en lo que se conoce como “zonas habitables” de estrellas similares al Sol.

Esto significa que los mencionados planetas tendrían una temperatura lo suficientemente cálida como para albergar agua líquida y una atmósfera adecuada, sin llegar a ser sofocante para la vida.

El estudio, publicado la semana pasada en The Astronomical Journal, se centró en simulaciones creadas a partir de las observaciones del famoso telescopio de la NASA y la información de la nave espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea.

El telescopio espacial Kepler fue lanzado por la NASA en 2009, y desde que fue puesto en órbita buscó mundos fuera de nuestro sistema solar con el método de tránsito, que consiste en detectar pequeños descensos en el brillo de cada estrella, que podrían ser causados por un planeta que pasa enfrente del astro.

Tras observar más de 530 mil estrellas, el Kepler encontró más de dos mil 600 exoplanetas (planetas fuera de nuestro sistema solar) y reveló que hay más planetas que estrellas en la Vía Láctea. Asimismo, el telescopio permitió confirmar por primera vez que muchos exoplanetas son parecidos a la Tierra.

Luego de quedarse sin combustible el año pasado, el telescopio Kepler fue retirado y le cedió el lugar a otro cazador de planetas, el satélite TESS de la NASA, lanzado en abril del 2018. Sin embargo, el reciente estudio rebuscó las memorias de este histórico telescopio y las inmortalizó.

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